La discriminación y el estigma relacionados con el COVID-19: ¿un fenómeno mundial?
Este artículo fue publicado originalmente por la UNESCO el 25 de mayo de 2020
https://es.unesco.org/news/discriminacion-y-estigma-relacionados-covid-19-fenomeno-mundial
El COVID-19 ha provocado una serie de actos discriminatorios en todos los continentes, con diferentes grupos como objetivo. En este artículo, 10 Cátedras UNESCO que se ocupan de los derechos humanos y la inclusión social proporcionan información sobre cómo se manifiesta este fenómeno mundial en sus países.
El artículo no es exhaustivo. Su propósito es ayudar a ilustrar, a través de las experiencias locales comunicadas por las Cátedras, la pluralidad de formas que pueden adoptar la discriminación y el estigma relacionados con el COVID-19 en diferentes contextos. Para que sean eficaces, las respuestas deberán tener en cuenta las especificidades de cada manifestación, abordando, en particular, las pautas de exclusión profundamente arraigadas.
Desde el brote del COVID-19, «la inestabilidad y el temor que engendra la pandemia está exacerbando las preocupaciones existentes en materia de derechos humanos, como la discriminación contra determinados grupos», como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas en un informe de política sobre el COVID-19 y los derechos humanos. La Sra. E. Tendayi Achiume y el Sr. Fernand de Varennes, respectivamente los Relatores Especiales de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo y sobre cuestiones relativas a las minorías, también informaron sobre los ataques relacionados con el COVID-19 contra grupos minoritarios en todo el mundo. A pesar de la escasez de datos sobre este fenómeno, los incidentes discriminatorios denunciados en los artículos de los periódicos y en los medios de comunicación social parecen confirmar que se trata de un fenómeno mundial. La información recibida por 10 cátedras de la UNESCO sobre las repercusiones del COVID-19 en los grupos vulnerables ilustra cómo se vieron afectados sus respectivos países.
El brote del COVID-19 reforzó el objetivo del «otro»
Si bien el perfil de las víctimas varía de un país a otro, parece haber una pauta común en los actos discriminatorios que se producen durante la pandemia: en la mayoría de los casos el objetivo es generalmente el «otro», es decir, el extranjero, alguien que pertenece a una minoría étnica o cultural, etc.
Durante la primera fase del contagio del COVID-19, los que más sufrieron la discriminación fueron los asiáticos y las personas de ascendencia asiática, que fueron frecuentemente el blanco de ataques por causar la pandemia y su propagación. Como informaron las Cátedras UNESCO de Italia, España, Grecia, Dinamarca y los Países Bajos, los episodios discriminatorios consistieron en agresiones verbales en lugares públicos, campañas denigrantes en los medios de comunicación social, el boicot de sus actividades comerciales y, en algunos casos, dificultades de acceso a las instituciones educativas.
En algunos contextos, los ataques discriminatorios se extendieron a otros grupos. Según la Cátedra UNESCO de Educación para la Justicia Social de la Universidad Autónoma de Madrid, las comunidades romaníes del norte de España fueron objeto de ataques, supuestamente por ser las primeras en ser contaminadas por el COVID-19.
Análogamente, la Cátedra UNESCO para la promoción de la cultura de la paz y la no violencia de la Academia Manipal de Educación Superior de la India informó de que las comunidades musulmanas, que representan la minoría más numerosa del país, han sido víctimas de ataques y otras formas de discriminación en medio de la pandemia. Estos episodios comenzaron a surgir cuando la propagación del virus se asoció presuntamente con una reunión celebrada por un movimiento misionero musulmán en marzo.
La discriminación y el estigma adoptan nuevas formas a medida que evoluciona la pandemia
Se ha observado que la discriminación evolucionó en muchos lugares de forma paralela a la pandemia, y que se eligieron nuevos objetivos en el camino. Si al principio los objetivos eran los que erróneamente se consideraban como la causa de la enfermedad, el temor al contagio llevó progresivamente a ataques también contra personas que, por diferentes razones, estaban particularmente expuestas al virus.
Según la Cátedra UNESCO de vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona (España), los blancos de los ataques discriminatorios cambiaron a lo largo de las semanas, ya que «otro tipo de estigmatización surgió por el miedo a ser infectado». En algunos casos, este temor dio lugar a amenazas contra los trabajadores de la salud y los empleados de los supermercados que corrían el riesgo de ser infectados en sus lugares de trabajo. Por ejemplo, la Cátedra UNESCO de resolución de conflictos de la Universidad de Córdoba informó de que las comunidades pedían a los profesionales de la salud que no volvieran a sus hogares para evitar la contaminación de sus vecinos. En otros casos, el temor al contagio provocó el estigma y los ataques discriminatorios contra las personas sin hogar que, debido a su situación, no pueden cumplir con el encierro ni aplicar otras medidas preventivas básicas.
Todos estos incidentes parecen confirmar que, en tiempos de crisis y de gran incertidumbre, especialmente de una magnitud como la que estamos viviendo actualmente, la gente tiende a buscar chivos expiatorios para desahogar sus frustraciones, preocupaciones y miedos.
Contrarrestar el estigma mediante una mayor solidaridad y sensibilización
A medida que la pandemia se intensificaba, las organizaciones internacionales y regionales pedían la solidaridad de los Estados, no sólo para hacer frente a la emergencia sanitaria sino también a sus repercusiones, especialmente en los más vulnerables.
En muchos países, las respuestas adoptaron la forma de campañas en los medios de comunicación de masas lanzadas por las autoridades nacionales y locales y la sociedad civil. Éstas tenían los siguientes objetivos: hacer un llamamiento a la solidaridad ciudadana y contribuir a cambiar las actitudes de las personas hacia los grupos que corren el riesgo de ser discriminados en un contexto específico. La lucha contra los prejuicios surge, por lo tanto, como una intervención clave, junto con otras medidas de apoyo financiero o destinadas a mejorar el acceso de los grupos desfavorecidos a los servicios básicos.
Las cátedras de la UNESCO que participaron en este estudio informaron de la multiplicación de esas iniciativas en sus países. Cabe mencionar la aparición de redes de apoyo y solidaridad impulsadas por los ciudadanos que «desempeñan un papel crucial en la prevención y limitación de los efectos de la estigmatización social y la discriminación étnica asociadas al virus», como señalaron las Cátedras UNESCO de la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona y la Universidad de Florencia.
La Cátedra UNESCO de Educación para los Derechos Humanos, la Paz y la Democracia de la Universidad Aristóteles de Salónica informó de que, en Grecia, donde el número de inmigrantes y solicitantes de asilo ha aumentado considerablemente desde 2015, las ONG nacionales y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzaron campañas en las que se pedía el apoyo de los ciudadanos a los refugiados.